El conflicto “solucionado” entre Trump y AMLO

Estos días hemos escuchado mucha tensión política bilateral entre México y Estados Unidos, en el lado gracioso fuimos testigos del Lord Cacahuates el pasado 4 de junio entre diplomáticos mexicanos y estadounidenses sobre los aranceles que desea poner Trump a México.

Un arancel es una tarifa oficial que determina los derechos que se han de pagar en varios ramos, como el de costas judiciales, transporte ferroviario o aduanas, en este caso hablamos de un impuesto especial al producto mexicano exportado a Estados Unidos.

Antecedentes del conflicto

Ambos presidentes, tanto el gringo como el mexicano son nacionalistas, por ello ambos tomaron una postura precisa al respecto.

Donald Trump desde su campaña ha sido irrespetuoso con los mexicanos por generalizar basado en un estereotipo, de que somos violadores, asesinos y ladrones, por ello prometió la construcción de un muro para frenar la migración

Por su parte, a finales del sexenio de Enrique Peña Nieto, este permitió la entrada de miles de migrantes centroamericanos que tenían como destino cruzar Estados Unidos en la frontera de Tijuana – San Diego.

El mismo gobierno federal mexicano les otorgó alimento y transporte, lo cual hizo enfurecer a varios mexicanos por considerar que les otorgaban un “regalo” a quienes entraron de forma violenta al país agrediendo a los agentes federales.

Esto continuó incluso cuando Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como presidente a finales del 2018, el mismo Marcelo Ebrard, secretario de relaciones exteriores de México, dijo que se iban atender a los migrantes desde una base humana, declaración que realizó en la ONU.

Clima tenso

Trump dijo que pondría aranceles a México, desde esa medida y varias pláticas entre diplomáticas, AMLO no tuvo la mejor idea que convocar una manifestación en Tijuana de forma pacífica, aunque sabemos que los fervientes devotos del presidente son de mecha corta y son movidos más por el rencor y odio que por la paz y el amor.

Como noticia de último minuto el viernes 7 de junio, se anunció que Trump cancelaba los aranceles a México pero ¿A cambio de qué? Lo diré de esta forma: El famoso muro que deseaba levantar Donald se convirtió en un filtro hecho por México.

Es decir, AMLO desplegó la guardia nacional en la frontera sur para frenar la migración, incluso detuvieron al líder de las caravanas migrantes en Sonora, ese fue el precio para que la economía mexicana no se “hundiera”, acatar los caprichos del presidente de los Estados Unidos.

Por otro lado, los devotos del presidente lo vieron como un triunfo a pesar de la enorme contracción que esto conlleva, puesto que eran de los primeros en defender a los migrantes y de criticar la militarización del país encabezada por el espurio panista Felipe Calderón.

Mitin entre fanáticos, acarradeados y funcionarios

Fueron cientos de funcionarios de distintos estados mexicanos que asistieron a la manifestación convocada por AMLO, así es, a los mexicanos nos costó el capricho de AMLO por hacer su mitin en Tijuana, además, fueron captados autobuses en la Rumorosa que llevaban acarreados a su manifestación al estilo del PRI o del PAN.

Anda circulando en Facebook, un vídeo donde el director de la preparatoria federal Lázaro Cárdenas (SEP) invitaba a los alumnos asistir con sus padres de familia al mitin con la consigna de no a los aranceles y a favor de las becas.

El evento se realizó este 8 de junio en la tarde, AMLO lo llamó “Acto en defensa de la dignidad nacional en favor de la amistad con Estados Unidos”. El mitin contó con cobertura oficial, donde hablaron varios funcionarios y claro, el mismo presidente.

Lo que llama la atención fue el uso de las palabra “amistad” para sanar las relaciones con Estados Unidos, sin embargo, los asistentes se enfrentaron en contra de manifestantes que criticaron a AMLO, los cuales fueron agredidos por la multitud gobiernista.

El panista Kiko Vega, el gobernador de Baja California, acudió al evento y fue increpado por los asistentes.

Lo que podemos decir de AMLO es que sigue teniendo poder convocatoria y aunque desee sanar las heridas abiertas de México, sus seguidores insisten y no dejarlas cicatrizar.