De un chiste ligero a alguien ofendido

Como ustedes saben, en caso de seguir este blog, se darán cuenta que escribí una nota sobre el arresto de cierta persona que se reportó estar ebria y que fue a reclamarle al padre de su criatura los meses de pensión, al menos eso fue lo que se informó en medios locales.

Su servidor, antes de escribir la nota al respecto, compartió la fuente en Facebook con el siguiente texto: “Ay ese show de Marla dando scketches bien de Andy Kaufman, un momento… ¿No fue scketch”.

Pasaron al rededor de  unas 12 horas y un contacto en común que estima mucho a Marla me respondió diciendo que mi publicación la dejó sin palabras, que al parecer ella se equivocó al haber pensado que yo era el bueno y preguntó que si que me había hecho Marla para odiarla tanto ¿Odiarla tanto por un simple comentario como el que hice?

Yo no la odio, solamente me cae mal, hay una gran diferencia y es muy ingenuo pensar que odio a una persona por un chiste tan ligero. Por otro lado, me mantuve callado en muchas ocasiones en que Marla habló pestes de mi y buscaba chismes para golpetearme, así que ¿Qué fue lo que me hizo? Ahí va…

Alguien me advirtió sobre Marla, quien gozaba de una reputación bastante mala en los pasillos del congreso de Baja California y otros recintos de gobierno pero no hice caso.

La conocí en persona y me cayó bien, hasta me compró una camiseta de “Maldad resiste” e incluso me invitó a colaborar en su programa en MVS pero decliné la invitación porque era de a gratis.

Sin embargo, en Facebook sus bromas pasaron a ser burlas y por ello decidí bloquearla, ni mas ni menos, prefiero tener gente agradable en mi perfil, que para carrilla tengo amigos íntimos.

Pues esto hizo que Marla despotricara contra mi por haberla bloqueado y empezando su texto con “si alguien conoce a Humberto Reyes alias El Maldad, díganle que chingue a su madre”, luego procedió a decir que mi periodismo era mediocre y otra serie de descalificaciones, cuando irónicamente me había invitado a su programa.

Posteriormente se indignaba conmigo malinterpretando críticas a Marina del Pilar, alegando que soy un machista y misógino.

Por ejemplo, critique a Marina de subir selfie en bikini, Marla dijo que yo era machista porque las mujeres pueden vestir como quieran, pero al parecer omitió leer que mi argumento es que Marina puso una denuncia por violencia de género porque en un spot de los adversarios le dijeron “bonita”, pero con esa foto en bikini todos los comentarios eran de ese tipo: “bonita”, “guapa”, “sexy”, “hermosa”, etc.

Bueno, eso no es nada, Marla comenzó a atacarme en redes con memes de chayotero, de que me moría por un hueso que me diera Marina del Pilar y me hizo varios memes, incluso con otras mujeres despechadas e iracundas golpeadoras de hombres, hablaban pestes de mi.

Pero lo peor que ha hecho Marla en mi contra fue ponerse en contacto con una hater feminazi de Ensenada la cual inició una funa en mi contra desde hace 4 o 5 años de acosador callejero, tomó las presuntas evidencias y ahora ella difundió información en Facebook de que yo era un pervertido, acosador, pedófilo y hasta violador.

Entiendo que dentro de la miseria o vacío que tenga una persona deba llenarlo con este tipo de actividades  auto destructivas, el atacar a quien te cae mal. No obstante, se dice muy feminista desde que filtraron su pack, pero tiene un “doble pensar”, ya que no ha dicho nada de que un amigo suyo cercano (comunicador) estuvo ofreciendo el pack de la ahora gobernadora electa de forma pública en Facebook.

He callado una gran serie de rumores sucios sobre Marla porque no hay pruebas o solamente caen en chismes pero ella retoma cuentos o los inventa en mi contra para atacarme. No quiero decir que yo sea la víctima, pero quiero dejar en claro que no odio a Marla aunque muchos digan que tengo razones para hacerlo, solamente quiero dejar en claro que somos distintos y en la localidad todos saben quien es quien.

Me sorprende que por un chistecillo tan ligero ahora resulte ser yo “el malo”, o se es muy ingenuo o no tiene conocimiento de causa.