AMLO le da la espalda a Bonilla en la reforma del agua
Jaime Bonilla, gobernador de Baja California, usó al congreso del estado días antes del cambio de legislatura, para hacer una reforma controversial a la ley del agua, misma que pasa el servicio estatal a los municipios.
Las principales críticas fueron de que se estaba privatizando el servicio del agua, cosa que es falsa pero abre un poco la puerta para ello. Lo que sí es cierto, es que el tema no se socializó, no se entregaron estudios previos y los municipios no cuentan con recurso para tal servicio, y lo que levantó sospechas fue de lo inmediato de su realización.
Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora electa, se pronunció en contra y dijo que buscaría darle revés, por ello Bonilla y el secretario de gobierno, Amador Rodríguez Lozano, comenzaron a criticar a su compañera de partido (Morena).
Se interpuso una denuncia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que le dieran atrás la reforma de Bonilla y el 1ro de septiembre la SCJN concede suspensión de la municipalización del agua. En otras palabras, Bonilla estaba aplicando tácticas neoliberales en su gobierno cuando se dice de izquierda y ser nacionalista, pero ¿Qué podemos esperar de alguien que dice ser eso y vive en San Diego, Estados Unidos?
Pues ahora, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, interpuso una acción de inconstitucionalidad contra la reforma propuesta de Jaime Bonilla, así es, esta que traslada la administración del agua potable a los ayuntamientos de Baja California.
Las malas lenguas indican que Bonilla quiere entrarle al negocio del agua ya que en el 2015 fue parte de la negociación para que Rosarito vendiera agua a los Estados Unidos.
Fuente: Proceso, MonitorEconómico