Fiebre del perreo intenso del sábado por la noche
Un compa me invitó a su fiesta de cumpleaños, había citado a la gente a las 8 de la noche y yo como a veces sudcede, llegué como Cenicienta invertida, después de las 12 por estar editando.

Estuve ocupado escribiendo notas en mi sitio y editando, entonces me di cuenta que ya era tarde y procedí a preparaerme para salir, es decir, bañarme y comer algo, y cabe mencionar que no era a la vuelta de la esquina la fiesta.
Al llegar sentí esos nervios o ligera ansiedad porque no sabía si iba a conocer a alguien y efectivamente, no conocía a nadie, excepto al cumpleañero, lo felicité, destapé una de mis cervezas y me quedé platicando con unos tipos a un lado, de inmediato me acoplé platicando con un vato que eramos amigos en redes socilaes pero no nos conocíamos en persona y la pase bien.
Lo extraño es que la música estaba muy alta, poniendo puro reggeatón y fue lo que me dijo el cumpleñero “te chingas, vas a oir puro reggeatón” y le dije que no me importaba, que estaba acostumbrado en el gimnasio. Al otro lado del party mire que estaban varias mujeres perreando entre ellas, mismas que estaban de muy buen ver, una que otra perreaban con vatos.
El party se puso denso, un tipo bailándole a una chica sentada como si fuera stripper, todo era risas, y por otro lado estaba una moviendo el bote duro y masiso, asumí que era la novia de alguien del party, pues bailó con él y hasta tuvieron arrumacos.
Hubo un momento en que me quedé solo, pensé en irme pero en breve me acomple a la plática de una pareja y así estuve, conociendo a gente nueva y pásandola bien. Luego miro al otro extremo que 2 mujeres bonitas me miraban medio extraño, extraño como con una sonrisa coqueta y miraba cazadora, acosadora dirían otros.
Luego vino mi momento de Garth de Wayne’s World, llega una mujer sensual mostrando el vientre plano en invierno y se pone de espaldas frente a mi, volte y me pregunta: “¿Gustas?” y yo respondí “creo que no, bueno a ciertas personas creo que les gusto o les caigo bien”, la fémina pone cara de enfado y me di cuenta que me estaba poniendo la cola a la altura de mi pelvis.
Llega el vato que identifiqué como su novio y ella le dijo: “me le puse así le pregunte que si gustaba y me dijo que no“, el vato se rió y le dije que pensé que se refería que si yo le gustaba a la gente, el vato vuelve a reir y entre risas aclaró la sutiliza de ella diciéndome: “¡Que si te quieres coger!”.
Me puse nervioso porque como voy a decir que sí en frente de su novio y de varios en el party, esto podría terminar mal por más liberales que fueran y la dama en cuestión volvió a poner cara de enfado diciendo que había perdido mi oportunidad y bla bla.
Luego asolas con este tipo le dije: “¿Cómo voy a decir que sí si es tu novia?” y el vato me dijo que no era su novia, que era su amiga, técnicamente la perreadora era una calienta-huevos, mayor de 40, que me agarró en curva y ya con ese precedente la chica quería exponerme con otros poniéndome otra vez sus glúteos pero ya rozando mi paquetillo, diciendo que me se me ofreció y que le dije que no.
Ya no me sentía incómodo pero entendí que por accidente le di en el ego, efectivamente, perreó durante la noche con otras mujeres y tipos, me quedé así como meh. Se despidió y me vio con desdén. Porque iba a manejar, tomé 2 litros de agua y procedí a regresar a casa, comí algo y me dormí, los partys reguetoneros no son lo mío.