Decepcionante salida salvada por Sonic 3

Vaya sábado, lavé mi carro porque ya hacía falta, 2 semanas sin lavarlo para que la madrugada lloviera, pero fue un fin de semana de esos que quieres salir pero no hubo nada.

Mandé mensajes a algunos de mis amigos a ver si estaban en banqueteras o algo por el estilo pero resulta que uno andaba en una tocada, otro en un bar de cerveza artesanal (la cual no me gusta) y el tercero estaba en la casa de un amigo suyo; cabe mencionar que los primeros 2 me dijeron que les cayera pero quería algo tranquis con un caguamón.

Total, que quería salir y me pregunté de forma retórica: “Y ¿Si voy al nido?”, el nido es un table dance en Mexicali, cené y me lancé para allá. No estaba tan lleno, aunque no había lugar dentro de su estacionamiento, terminé estacionándome afuera donde cobraron un parking de 100 pesos, cosa que es ilegal por estacionarte en la vía pública, pero preferí no decir nada porque ya les debía una propina a los viene-viene.

Entro al lugar y que hay un cover de 80 pesos, ay buey, pago y luego me lanzó por una cerveza que están en 60 pesos, ya me puse a degustar mi bebida.

Yo esperaba ver a las damas bailar en el tubo pero con lo que me encuentro es con un gay ultra exagerado cantando y cabaretando a la gente, chale, estaba entretenido pero no era lo que quería. Todas las chicas estaban sentadas viendo el show y riendo, aunque el público ni aplaudía, cosa que les reclamaba el seudo comediante.

Luego se me acerca una vestida con lencería roja, de lentes y cabello corto rubio, muy alta, pone su brazo detrás de mi cuello, como abrazándome y dijo que le gustaba mi camiseta (era de Cannibal Corpse), luego como tipo en el papel de rockero con chaleco de parches que huele a humedad, me preguntó mi canción favorita, me sentí apenado porque pues es “Addicted To Vaginal Skin”, dije que no podía decirla por pena, pero se la dije, sonrió y me pidió que nos sentaramos y le invitara algo.

A ver, todo el día sentado y para salir a sentarme a otra parte, chale, total, le dije “no, gracias, así estoy bien” y se retiró, luego escucho a otra chica que le preguntó: “¿No quiso?”, y pos no.

Yo solamente quería ver un poco de baile y lo tuve, con un gay cantando haciendo chistes de mal gusto como intentando ser el brincos-dieras, personaje que me caga. Me acabe mi cerveza y me fui, 20 minutos estar en el nido me costó 240 pesos y pensé, mejor hubiera ido al Guau Guau.

Al salir un viene-viene me preguntó: “¿Qué? ¿Ya tan pronto?” y le dije que sí, que quería ver show de tubo y no a un gay cabareteando al público, se rió pero sintió mi decepción.

Llegué a mi casa y ya para alivianarme decidí ver una película con una caguama y que me doy cuenta que en ClaroVideo pusieron Sonic 3, lo cual salvó mi noche, así un sábado decepcionante salvado por el erizo eléctrico.