Joker es el nuevo símbolo de protesta a nivel mundial

Se los dije pero algunos me tomaron por loco; aquellos que me siguen en mi canal de YouTube, llamado video blog del Maldad, saben que hace poco hice una crítica a la película Joker (2019) dirigida por Todd Phillips, personaje que fue interpretado por Joaquin Phoenix y se ha convertido en un fenómeno a nivel mundial por darle una lectura errónea.

Un servidor mencionó que el problema principal en la cinta de Joker era mostrar la historia de origen de un villano como la de un anti-héroe o que al menos muchos le darían esa lectura, puesto que fomenta el clasismo, siendo más específicos, un desprecio a la clase privilegiada por tener lo que ellos no tienen en un sistema capitalista de cuates.

Al rededor del mundo se han dado varias protestas y manifestaciones donde algunos asistentes visten máscaras de payaso o el maquillaje que utilizó el propio Phoenix, a su vez, utilizan la consigna de “we are all clowns” (todos somos payasos).

De asesino psicópata a un símbolo de revolución

Desde un inicio plantean en la cinta de Joker que este personaje es una víctima de la sociedad, al menos muchos intuyen eso pero dejan de lado que Arthur (el Joker) tiene problemas mentales que lo hacen desvariar y tener alucinaciones, matar por accidente y sentirse realizado por eso.

En vez de sentir lástima o desprecio por Joker al cometer sus crímenes, la mayoría de la gente común y corriente que se se cree muy diferente lo vio como un justificante para generar más violencia, el querer limpiar la ciudad, el despreciar al millonario a político Thomas Wayne (destruyendo la esencia de este del comic) y de las personas en general.

Visto como héroe por los sectores más radicales y resentidos de la sociedad, acaba de ser tomado como símbolo de revolución, lo cual deja en claro los pobres niveles de lectura del espectador y la estupidez del espectador que avala tales fechorías y se sienten tan víctimas como el Joker.

Entre V y Joker hay mucha diferencia

V, el personaje de la novela gráfica V De Vendetta (1982) y que sería popularizado en una película lanzada en el 2005, fue tomado por el grupo de hacktivistas llamado Anonymous al utilizar la máscara de Guy Fawkes, un extremista que iba explotar el parlamento en Londres.

La diferencia entre Joker y V, es que V es inteligente, tiene un móvil que es la venganza pero a la vez un compromiso social y político con una vena revolucionaria al despreciar un sistema autoritario y represor a grados obscenos, en un mundo leer ciertos libros es delito, la homosexualidad se castiga con cárcel y otros atropellos a los derechos civiles por parte del gobierno.

Por eso el cree que hacer volar el parlamento sería un símbolo para despertar al pueblo aunque eso sí, primero puso música prohibida en las calles en pleno toque de queda, y pensar que hay idiotas de izquierda que aplauden que en Cuba hayan prohibido el reggeatón.

Joker es una víctima de su propia enfermedad, disociación y psicopatía, una mente débil que es presa de sus emociones y rencores, al inicio mató por accidente pero luego lo hace por placer ¿Idolatrar eso? Jamás, yo prefiero ser Batman, ser un empresario millonario que durante el día genera empleos con prestaciones superiores a las que marca la ley, ayudar albergues, a la educación y hacer obras altruistas; para que en la noche la tenga libre para limpiar el crimen con mis propias manos.

En mi propia crítica dije que el Joker de Joaquin Phoenix sería idolatrado por anarquistas radicales y feminazis, ahora lo podemos ver en las protestas sociales a nivel mundial que tuve razón.

¿Adiós a la protesta social pacífica?

Últimamente nos hemos enterado de muchos incidentes y actos vandálicos en protestas sociales, si bien no es nada nuevo, lo que destaca es la justificación de esa violencia en Internet por parte de tuiteros y usuarios de Facebook con argumentos como “a penas así ponen atención” o “se escandalizan por una pinta pero no por las muertas”.

Lo que resulta grave es que se haga una convocatoria a una marcha pacífica y que resentidos sociales no tengan como prioridad el manejar un perfil de un ciudadano civilizado sino ir para destruir vidrios, rayar paredes y demás actos de daño a propiedad ajena, sin mencionar el golpear a otros ciudadanos que nada tienen que ver con lo que presuntamente reclaman.

La cuestión no es demostrar mayor poder destructivo que el estado, sino ejercer presión social por medio de la presencia y una manifestación organizada que comportarse como niños berrinchudos de 3 años que avienta todo para que mami le de lo que quiere.

Aquel que recurra a la destrucción y violencia para mostrar su punto de vista, carece de inteligencia, razón, empatía, y no puede ser tomado en serio como persona civilizada, al contrario, te hace tan despreciable como el estado represor del cual te dices ser enemigo.

Lo irónico es que este mismo estado tolera tu vandalismo el cual es considerado como un delito, así gozas de impunidad al igual que grandes empresarios.